sábado, 20 de junio de 2009

DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES PARA CONVIVIR









  • Puede decirse que la convivencia es la base o fundamento de toda sociedad.Ella supone la voluntad expresa y decidida de unos individuos de vivir con otros, no contra ellos ni a pesar de ellos. La convivencia es el principio de la sociedad porque sin esta voluntad ninguna forma de organización social es posible: aceptar a los otros en medio de loscuales vivimos, es la base de civilidad.Por ello llamamos civilizados a aquellos grupos o poblaciones convivientes cuyo trato mutuo se basa en la práctica de valores fundamentales como el reconocimiento, la tolerancia y la imparcialidad.Estos grupos, que exhiben una larga tradición en esta cultura de la convivencia han podido conformar sociedades ordenadas, en las que la práctica de la convivencia es un supuesto tácito, introyectado y asimilado a través de una pedagogía social de vieja data, del cual ya ni se habla.No es este nuestro caso. Por razones diversas y complejas, carecemos aún de este sustrato básico que nos permita acometer con certidumbre nuestra responsabilidad de constituirnos en una sociedad ordenada y civilizada.Se ha señalado justificadamente, en efecto, que una de nuestras principales carencias en el orden social, es la falta de convivencia. Y en los últimos años buena parte de los esfuerzos educativos se han volcado en esta dirección: formar a los niños, a los jóvenes y a los adultos para la convivencia. Estamos aún lejos de alcanzar los niveles mínimos que nos permitan constituir una sociedad ordenada; es preciso, por tanto, aumentar los esfuerzos en esta dirección educativa que se abre hacia la formación política y hacia la formación moral.Ello significa que mientras no hayamos alcanzado este sustrato básico de convivencia, será imposible organizarnos verdaderamente como sociedad política y como comunidad moral.En este sentido, la convivencia puede entenderse como aquel estado en el cual una pluralidad de individuos diversos y diferentes se tratan entre sí en términos de reconocimiento, tolerancia e imparcialidad, pudiendo así vivir unos con otros de manera pacífica y segura. Los valores que rigen esta convivencia - conviene repetirlo - son: el reconocimiento que alude a la diversidad, la tolerancia que alude a la diferencia y la imparcialidad que alude a la igualdad, porque es en torno a la comprensión, aceptación y práctica de estos valores que debe girar un proceso educativo orientado a formar para la convivencia.Por importante que sea este sustrato básico - y entre nosotros es urgente y necesario - no es, sin embargo, lo único y absoluto. La convivencia es, solamente, la base y fundamento para la vida social. Es preciso, para alcanzar los niveles superiores de la organización social, tales la vida política y la vida moral que requieren formas complejas de interacción en términos de normas, valores y fines, superar el mero reconocimiento por el respeto, la simple tolerancia por la comprensión y la debida imparcialidad por el genuino interés por el otro.En otras palabras, es necesario que de la convivencia pasemos a la cooperación, la participación y la solidaridad, formas superiores del relacionamiento humano, únicas que posibilitan la construcción colectiva de proyectos sociales como la familia, las instituciones educativas y políticas, la empresa, la nación, etc. Todas ellas debilitadas y, en buena medida, inoperantes entre nosotros.



  • OPINION:CONVIVIR es quiza lo mas importante para culquier ser humano nadie puede vivir aislado todos absolutamente todos nesesitamos de todos



  • http://www.amorpormedellin.org/Columna/convivencia.htm

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